Torrijas con aceite de oliva virgen
Se acerca Semana Santa, y aunque este año no se celebrará con normalidad, no pueden faltar unas ricas torrijas hechas en aceite de oliva virgen extra. El dulce más típico en estas fechas.
Es una receta fácil de hacer y que le gustará a todo el mundo. ¡Manos a la obra!
Ingredientes:
Para hacer estas deliciosas torrijas vas a necesitar:
- Pan del día anterior cortado a rebanadas
- Leche
- 2 ramas de canela
- Canela en polvo
- Azúcar
- Huevos
- Aceite de oliva virgen extra clásico Interóleo
- Piel del limón
No te dejamos medidas porque, dependiendo de la cantidad de pan que vayas a usar, necesitaras mayor o menor cuantía de ingredientes. Puedes hacer desde unas poquitas para probar, hasta muchas para repartir entre tus vecinos y que se endulcen en estos días.
Preparación:
El modo de preparación es el siguiente:
- Poner una olla al fuego con la leche, 2 ramas de canela, la piel lavada de un limón, sin la parte blanca, y 3 cucharadas de azúcar. Dejar a fuego medio para que la leche se infusione con la canela y el limón. Apagar antes de que comience a hervir.
- Batir los huevos, es preferible ir haciéndolo de uno en uno si no sabes cuantos puedes necesitar.
- En una sartén hay que poner abundante aceite de oliva virgen extra y esperar a que esté muy caliente.
- Empapa las rebanadas de pan primero en la leche con la canela y el limón y después en el huevo, que se mojen bien por los dos lados, y las echas en la sartén con el aceite de oliva bien caliente.
- Cuando esté dorada por un lado, dale la vuelta para que se dore por el otro lado. Cuando la torrija esté lista, la tienes que sacar del aceite con una espumadera para que escurra el aceite. Ve colocándolas en un plato.
- En un recipiente mezclas azúcar con canela en polvo y vas rebozando las torrijas, ya fritas, mientras están tembladas, en esta mezcla. Colócalas en una fuente y ya están listas para comer. ¡A disfrutar!
Algunas recetas, en vez de rebozar las torrijas en azúcar y canela, lo hacen en miel o almíbar. En todas sus formas están muy buenas. Puedes comerlas solas, con un café, leche o chocolate, para merendar o en el desayuno.
A nosotros nos traen recuerdos de cuando nuestras abuelas nos las hacían en estas fechas. ¿Y a ti qué recuerdos te traen a la mente? ¿Cómo las preparas tú? Cuéntanos…